Una relación nos abre un horizonte de posibilidades y de
limitaciones, nos muestra una serie de encuentros y desencuentros con el ser
amado, surgen nuestras fantasías románticas de ese amor, aparece la historia
personal y nuestros huecos que llevamos en el alma, y lo mejor de sí
mismo.
Aparecen nuestras carencias afectivas y nuestra parte oscura
queriendo lograr una permanencia con el otro para siempre como en los cuentos
de hadas sin pensar en el final o sin escuchar el fondo de los conflictos
que van provocando crisis poco a poco en la relación hasta que se llega a
terapia intensiva con el alma herida de la relación.
En ocasiones el miedo al compromiso produce un caos
inconsciente o un complot interno que logra dar por terminada esa
relación idealizada y nos hace enfrentarnos a nuestras verdaderas necesidades y
a las de la otra persona a través de las proyecciones con la pareja y
sucede lo que pasó con Psique quien se comprometió a amar a Eros en la oscuridad,
pero, movida por la oscuridad un día prendió una vela que le permitió
verlo bajo la luz, Eros al sentirse traicionado se fue y terminó con el
amor que se tenían, entonces es cuando cada persona aprenderá a caminar sin él
o sin ella, es en este punto donde deseo invitarte a reflexionar sobre el cómo
empezar a caminar sin la pareja después de un rompimiento.
Algo que ayuda mucho es reconocer nuestros errores durante
la relación y agradecer lo recibido, finalmente esa persona que ahora no está
en nuestras vidas fue importante, por algo nos enamoramos, al agradecer estamos
rescatando dentro de nosotros todo el bien que recibimos y esto nos conecta con
una paz interna que nos permite confiar en una nueva experiencia amorosa,
también es importante soltar poco a poco las emociones de sufrimiento que nos
impide ver los aprendizajes que hubo durante la relación.
Reconoce tus carencias que te llevaron a esta relación y las
emociones que te surgieron durante la relación, expresa lo que te quedó
inconcluso con la persona que las causó todo esto ayudará a moverte del
sufrimiento del fin de la relación, si no tienes con quien hablarlo puedes
escribirlo, hablarlo con tus amigos desde tu experiencia y no desde el juzgar a
la otra persona, no te esfuerces por buscar un porqué a lo que pasó finalmente,
mejor acepta lo que te ha sucedido sin evadir lo que también duele para que puedas
fluir en el presente poco a poco de una manera reconciliadora contigo
mismo, con una mirada más amplia en tu caminar.
Lupita Solís.
Psicoterapeuta Gestalt.
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